Hoy hace un añito que fuimos a El Pardo a la ceremonia de entrega del premio ("3.er Premio Nacional") del Certamen Emilio Carrère, donde me honraron por el cuento de "La Visita" poniéndome una medalla —como a los olímpicos que suben al pódium—, dándome un diploma —como a los olímpicos que no suben—, amén de un lote de libros, y obsequiándonos en el colofón —como Colón— con un vino, como los campeones —y español, como los nuestros—. Y aún siguen luciendo los galardones en casa y aún duran la ilusión y el agradecimiento.
(El autor leyendo el relato parapetado tras un mantón de Manila) |